LA REVOLTOSA-
Sainete lírico
en Sala Alejandro Casona
junio 6 | 7:00 pm - 9:00 pm
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LA REVOLTOSA- Sainete lírico en 1 acto
Viernes 6 de junio – 19 hs
Sala Alejandro Casona – Solís 485 -CABA-Tel 4381-0654 Entradas disponibles $ 15.000 en Passline y en el Teatro Solis 475 de lunes a viernes de 10 a 18 hs
Entradas $ 15.000 a través de Passline
https://www.passline.com/eventos/la-revoltosa
La Revoltosa- Sainete lírico en un acto. Fue representada por primera vez el 25 de noviembre de 1897 en el teatro Apolo de Madrid. Música de Roberto Chapí y Libreto de Fernandez Shaw.
La obra se desarrolla en un patio de vecinos de Madrid. Cándido, Felipe y Tibero juegan a las cartas. También se hallan allí la esposa de Cándido, Gorgoña, de fuerte carácter; la de Tiberio, Encarna y Soledad, novia de Atenedoro, quien en ese momento afina las cuerdas de una guitarra.
Aparece Mari Pepa, una hermosa y desenvuelta joven, la cual coquetea con todos aunque en realidad se siente atraída por Felipe. Felipe presume de ser el único que resiste los encantos de Mari Pepa, sin embargo está totalmente enamorado de ella.
Mari Pepa despierta el recelo de las mujeres y el bullicio que levanta al enfrentarse con los hombres atrae la atención del Señor Candelas, el encargado de la finca, quien exige tranquilidad. A solas con Mari Pepa, el señor Candelas no logra sustraerse a sus encantos despertando así la ira de Gorgoña y la indiferencia de Felipe, que oculta sus verdaderos sentimientos hacia la joven.
Las vecinas, hartas del comportamiento de sus maridos hacia Mari Pepa, deciden escarmentarlos. A pedido de Gorgoña, el travieso Chupitos, les hace creer a los hombres que Mari Pepa los ha citado en su habitación. Es por ello que todos exhiben una disculpa para no ir a la Verbena, aguardando la hora de la cita.
Las mujeres, actuando como si no supieran nada, les dan su permiso para quedarse, volviendo más tarde para descubrirles en el engaño.
Finalmente, después de aclararse la situación, Felipe confiesa su amor ante toda la vecindad y Mari Pepa se arroja definitivamente a sus brazos.
